Video: el dinamismo que tu web está necesitando

En la actualidad todo se encuentra atravesado por lo visual, el formato audiovisual se encuentra tomando una preponderancia más que significativa a tal punto que youtube, se ha convertido en la segunda página más visitada, luego de google. 

Las producciones de vídeo atraviesan toda nuestra cotidianidad, desde vídeos tutoriales, entretenimiento y noticias hasta simples historias de vida. El uso de videos en tu blog es un beneficioso complemento. 

Ya sean empresas o usuarios, todos buscan ofrecer un complemento multimedia que pueda ser entretenido y explicativo en base a lo que estamos escribiendo o posteando. 

La calidad del vídeo es un aspecto que no podes perder de vista a la hora de empezar a trabajar en este tipo de archivos. 

Hablamos siempre de la importancia del contenido, pero a la hora de referirnos a los archivos audiovisuales, lo que estás contando puede quedar opacado por la mala calidad. 

Por eso debes tener en cuenta la calidad que le vas a dar y sobre todo para qué lo vas a utilizar. No tendrá la misma calidad un vídeo que se pasa en un canal de televisión al que tendrás en tu perfil de red social.

Calidad y formatos:

Desde que los teléfonos incorporaron cámaras fotográficas la calidad y cantidad de vídeos subidos a las distintas redes sociales y páginas web ha ido creciendo de manera significativa. 

Un claro ejemplo se ve en youtube, donde la calidad de los vídeos ha evolucionado hasta llegar a los 8k. Si bien son pocos los archivos audiovisuales en este formato, dan claras muestras de la calidad de detalle.

Pantallas y resoluciones
Vídeo de calidad en píxeles: 144, 244, 360, 720, 1080, 1440 (2k), 4k y 8k

El tipo de resolución y calidad a la hora de reproducir un vídeo depende del formato en el cual lo hayas exportado. 

Desde los 144 píxeles a los 360 podríamos catalogarlos como los vídeos cuyas visualización está planteada para pantallas chicas, celulares que al momento se comercializan de forma escasa. Mientras que los vídeos en formato 360p son aquellos que figuran en una web incrustados. Pueden ser reproducidos fácilmente, aun cuando la señal de internet no sea buena.

A partir de los 720p ya entramos en un terreno de alta definición o high definition. La calidad de imagen tiende a mejorar notablemente de una medida a la siguiente. Detalles y rasgos se aprecian con mayor claridad.

Debemos destacar que para poder apreciar la calidad de dicha imagen, el televisor, la pantalla o el transmisor, debe estar adaptado a las condiciones. Básicamente tener un televisor con una alta definición, 4k u 8k.

Cuando tengas la idea de qué es lo que quieres transmitir en tus vídeos, las medidas y formatos a utilizar, no te olvides de lo que sigue.

Manos a la obra

Para lograr imágenes de video que se puedan apreciar de una buena manera debemos contar con equipos que cumplan con los requerimientos necesarios para la finalidad de nuestro vídeo. 

No será la misma calidad que necesitaremos para una publicidad que saldrá en tv, que la de un vídeo tutorial grabado para una red social.

• Cámara: Muchas veces, generar contenidos de calidad lo relacionamos a tener una buena cámara. Aclaración, si no tenemos un mensaje que transmitir, poco va a importar que tan pro sea nuestro equipamiento.

El fotógrafo e instagramer, Martín De Iuliis, cuenta a través de sus distintos post, que la calidad se va logrando con el hacer, por lo que recomienda grabar esos vídeos con lo que esté a nuestro alcance. Sobre todo dejar volar la imaginación, ya que solo se mejora con la práctica. 

Aunque contar con una cámara que grabe en alta definición siempre es útil, pero no imprescindible; así que la recomendación es poner “manos a la obra”. 

• Micrófonos: Parecerá un aspecto menor o sin importancia, pero el sonido de tu vídeo marcará que el usuario se quede o vaya en busca de otro vídeo. 

Si el sonido original del vídeo es alto, bajo o con mucho ruido y no regulamos esto en la edición, tiende a molestar e irritar a la persona que se encuentra observando. 

Si observamos distintos blogs en los que se  refieren a estos temas, recomiendan no grabar con el micrófono del smartphone o de la cámara, sino que sugieren la utilización de micrófonos externos para no perder calidad de sonido.

El tipo de micrófono va a depender del contexto en donde lo vas a filmar. Si estamos en exterior, la elección indicada es un micrófono corbatero, para que las declaraciones sean grabadas de forma nítida.

Por otro lado si la filmación es un ambiente cerrado, un micrófono de pie resultará bastante provechoso. 

• Iluminación y locación: Respetar una estética, darle importancia y resaltar la locación con iluminación es un aspecto más que fundamental. Vimos dos aspectos hasta el momento (cámara e iluminación), pero de este punto van a depender los anteriores.

Recuerda que todo lo que nos rodea nos entra por los ojos, por lo que si un ambiente es agradable a la vista y bien iluminado llamará nuestra atención. 

Si la filmación se hará en exterior es importante que tengas cuidado con los reflejos del sol, sombras por parte de las nubes y sobre todo si vas a dar una continuidad finita, que no se aprecie la puesta del sol en las secuencias a menos que ese sea el toque que estás buscando. Eso ya depende de tu puesta en escena. 

• Estabilidad: Cuando vamos a filmar, poca o nula es la atención que le prestamos al movimiento que tendrá. “Total después cuando editamos lo corrijo”, en este punto no estamos hablando de panear en determinada escena, sino del temblor de una mano sosteniendo una cámara o un celular.

Como es irritante y molesto la mala configuración del volumen también molesta e irrita que la imagen no pare de temblar o no se posicione en un punto fijo y más si es una entrevista.

Aspectos como éste, tiende a restar la valoración que los distintos usuarios de las redes o de youtube le dan a tu archivo. 

Existen efectos en la edición que pueden controlar la estabilidad, pero nunca será igual que aquella que se grabó de forma correcta. Por eso recomendamos el uso de los tradicionales, pero siempre efectivos, trípodes.

Ahora que ya hiciste un breve repaso por algunos de los aspectos principales de los vídeos, sólo queda que te involucres y encuentres aquellas tomas e inspiración necesaria para lograr buenos contenidos.

¿Te animas a compartir tus experiencias en los comentarios?